No existe ningún problema de seguridad para la polidextrosa: la EFSA realizó una reevaluación de la polidextrosa (E 1200) como aditivo alimentario y confirmó que no existe ningún problema de seguridad para los usos notificados y los niveles de uso de la polidextrosa como aditivo alimentario.
Según Mordor Intellience, se prevé que el mercado mundial de polidextrosa registre una tasa compuesta anual de crecimiento (CAGR) de 5,4% entre 2020 y 2025. Como materia prima importante para la fabricación de alimentos saludables bajos en calorías, grasas, colesterol y sodio, se puede utilizar como espesante, relleno y fórmula en aditivos alimentarios.