Este informe proporciona una actualización sobre el progreso mundial en pos de acabar con el hambre y la malnutrición, así como estimaciones sobre el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable. Destaca que los conflictos, los fenómenos climáticos extremos, las desaceleraciones económicas, los alimentos nutritivos inasequibles y la creciente desigualdad obstaculizan el progreso hacia las metas. El informe también se centra en el impacto de la urbanización en la seguridad alimentaria y la nutrición, mostrando que las compras de alimentos y el consumo de alimentos procesados están aumentando tanto en las zonas urbanas como rurales. El informe se alinea con la Nueva Agenda Urbana y ofrece recomendaciones sobre políticas e inversiones para garantizar el acceso a dietas saludables y asequibles para todos.